jueves, 29 de noviembre de 2007

Lectura 3: Qué es una concepción del mundo

Una concepción del mundo no es un saber, no es conocimiento en el sentido en que lo es la ciencia positiva. Es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto. A menudo, esos principios, están explícitos en la cultura de la sociedad en que vive, esta cultura contiene por lo común un conjunto de afirmaciones acerca de la naturaleza del mundo físico y de la vida. La parte contemplativa está íntimamente relacionada con la parte práctica…
La existencia de una formulación explícita de la concepción del mundo en la cultura de una sociedad no permite averiguar cuál es la concepción del mundo realmente activa en esa sociedad, el carácter de sobreestructura que tiene la concepción del mundo no consiste en ser un mecánico reflejo, ingenuo y directo, de la realidad social y natural vivida.
Para el estudio de las relaciones entre concepción del mundo y ciencia positiva basta con atender a los aspectos formales de ambas.
La filosofía sistemática sufrió el arrebatamiento por parte de las ciencias positivas de varios campos temáticos, y acabó por intentar salvar su sustantividad en un repertorio de supuestas verdades superiores a las de toda ciencia. Esta pretensión puede considerarse definitivamente fracasada hacia mediados del siglo XIX con la disgregación del sistema filosófico de Hegel. La causa principal es la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna, conocimiento que se caracteriza por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas, lo que quiere decir que es un conocimiento en el que todas las personas adecuadamente preparadas entienden su formulación del mismo modo. Estos rasgos dan al hombre una seguridad y un rendimiento considerable, la concepción del mundo contiene esencialmente afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos decisorios del conocimiento positivo, que son la verificación empírica y la argumentación analítica.
Estos rasgos permiten plantear correctamente la cuestión de las relaciones entre concepción del mundo y conocimiento científico – positivo. Una concepción del mundo que tome a la ciencia como único cuerpo de conocimiento real se encuentra visiblemente por delante y por detrás de la investigación positiva; por detrás por intentar construirse de acuerdo con la marcha y resultados de la investigación positiva y por delante como visión general de la realidad.

La concepción marxista del mundo

La “concepción materialista y dialéctica del mundo” esta movida por la aspiración a terminar con la obnulación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados, es una concepción del mundo explícita. La liberación de la consciencia presupone la liberación de la práctica.
La concepción marxista del mundo no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. El nuevo materialismo no es una filosofía, es una simple concepción del mundo, que tiene que sostenerse y actuarse en las ciencias reales.
Esta formulación de Engels supone la concepción de lo filosófico no como un sistema superior a la ciencia sino como un nivel del pensamiento científica: el de la inspiración del propio investigar y de la reflexión sobre su marcha y sus resultados.
Está formula contiene una recusación de toda la filosofía sistemática; además puesto que su punto de partida y de llegada es la ciencia real, esa concepción del mundo no puede querer más que explicar la motivación de la ciencia misma; la explicación de los fenómenos debe buscarse esotros fenómenos y no en instancias ajenas o superiores al mundo
El materialismo es uno de los dos principios fundamentales de lo que Engels llama “concepción comunista del mundo” El otro es el principio de la dialéctica.
La ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reductiva. El análisis reductivo practicado por la ciencia tiende incluso a obviar conceptos con contenido cualitativo para limitarse en lo esencial al manejo de relaciones cuantitativas o al menos formales.

El análisis reductivo practicado por la ciencia tiene regularmente éxito. Es un éxito que se puede dividir en dos aspectos: por un lado la reducción de fenómenos complejos a nociones mas elementales, más homogéneas, desprovistas de connotaciones cualitativas permitiendo penetrar muy material y eficazmente en la realidad, posibilitando el planteamiento de preguntas muy exactas. Por otra parte, posibilita a la larga la formación de conceptos más adecuados. A su vez esto provoca que sean conceptos generales cuyo lugar está en enunciados no menos generales, perdiendo una parte de lo concreto, la parte decisiva para la individualización.

La tarea de una dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo. El análisis marxista se propone entender la individual situación concreta sin postular más componentes de la misma que los resultantes de la abstracción y el análisis reductivo científicos.

**Se debio interrumpir la publicacion de esta entrada en su momento

1 comentario:

Roberto Carballo dijo...

¿Por qué has dejado de escribir en el blog? En fin, tendrás tus razones. Me gustaría que hicieras al menos un balance final de aprendizajes en el curso. Un abrazo, Roberto Carballo